Hoy
nos convertiremos en sopladores de estrellas. Si quieres conseguir tus
objetivos, si estás preparado, y sólo si estás preparado…, ¡ven!
Dice
una leyenda que soplando estrellas se cumplen los deseos. Si los deseos se
pulen, y de ellos obtienes tus objetivos, verás fácil el camino hacia tus logros;
verás el camino para alcanzar las estrellas, tus estrellas.
¿Era
imposible? Pues te cuento un secreto, tan fácil que por fácil lo descartamos:
tacha “im” y te quedará “posible”.
Si
estás preparado…, prepárate para conseguir lo que pensabas inalcanzable, porque
lo conseguirás.
Un
sueño lo idealizas, y por múltiples razones nunca lo transformas en realidad, y
se queda en eso, en un sueño. Si luchas por ello, llegarás a conseguirlo, a
hacerlo realidad.
Alguien
muy querido para mí, me dijo – somos sopladores
de brasas, avivamos – en los demás – el
rescoldo que todos tenemos.
Eso
es un coach.
Y
es cierto, todos tenemos nuestro potencial, nuestras virtudes y aptitudes, y
sin embargo en muchas ocasiones no las vemos o no nos percatamos de ellas; o
bien, postergamos nuestros triunfos. Un coach, en el “acompañamiento” sopla ese
juego de brasas.
¿Y
por qué no soplar las estrellas?, ¿por qué no hacer que los sueños se cumplan?
Cierra
los ojos, aléjate del mundo actual y sus preocupaciones, date tiempo para
insinuar que recuperas la fantasía, vuelve a jugar en la tierra, vuelve a ser
niño. ¿Recuerdas?, por aquel entonces todo era posible, lo conseguirías todo,
¿verdad?
¿Qué
ha pasado?, ¿qué ha ocurrió para que no alcanzases tus estrellas?
Hoy
te propongo que vuelvas a intentarlo.
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