¡Lo tengo claro!, este año
pasaré de los regalos raros y sofisticados a los normales de toda la vida, de
los made in “usted sabrá donde” a los made in “mi tierra”. Pasaré de lo
impersonal al gusto mismo.
He descubierto rincones llenos de delicias, tan
próximos a mí que la imaginación y la fantasía son la realidad misma; el gusto
de antaño, el de mis abuelos.
He descubierto sentidos que
pasaban desapercibidos, y sin embargo estaban ahí.
En Castaño del Robledo he descubierto a El Monumento, exquisiteces
o el deleite puro que alegraron un fin de semana, y dejó en el paladar ganas y
deseos de volver.
Alájar me obsequió con un
sabor a setas y a membrillo, ah…, y a chocolate calentito, en un atardecer
plomizo, con el sonido de ese aluvión con cantes de torrentera que recorre sus
calles y patios. La Umbría como siempre me dejó el sabor a sus migas solidarias,
a sus caminos, a sus dehesas que pareciesen sacadas de un cuento de Hansel y
Gretel; por un momento creí ver gnomos, duendes y hadas;
confieso que tengo una imaginación dulce y volátil, pero el camino hasta Puerto
Moral y Corteconcepción fue todo un cuento.
De Aracena no voy a
hablar, allí conservo un rinconcito escondido, donde se firmaron los acuerdo
de..., bueno, una emulación romántica a los de Guisando.
Y sobre Linares…, es
absurdo relatar algo de su balcón y su media plaza de toros, ya que por todos son
conocidos, eso espero.
Y sé que en el
tintero se quedan Almonaster la real, Cortegana, Los Marines, Galaroza, Jabugo
y El Repilao, Cumbres Mayores, La Corte y otros; pero será en otro momento.
Y digo en otro momento
porque atraqué, de golpe y porrazo, en un lugar de encanto, donde el sabor se
embroca con el gusto y el paladar de nunca jamás, AGA.
¿Conocen ustedes a Paco y a
Pilar o a Pilar y a Paco? Yo tengo el placer, el gusto y la suerte de decir
¡sí! La amabilidad, la simpatía, el sabor andaluz y lo exquisitamente cuidado
da sabor a todos sus productos, mimados y elegidos para agradar a seres
queridos. Así que no puedo dudarlo: ¡AGA!
Este año quiero
envolverme en sabores a leña, a vino andaluz, a mazapán, a embutido, a
mermeladas y a dulces que siempre fueron,
Será cuestión de
visitarlos otra vez.
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