Hoy,
desde este blog, y más que nunca, me manifiesto a favor de la libertad de
expresión y la democracia.
Cuando
las opiniones y la Libertad son cizalladas con las armas, no hay lugar para otra
cuestión que no sea la Fraternidad con quienes padecen las atrocidades como las
acaecidas hoy en Francia, en la sede del diario Charlie Hebdo. La solidaridad y
el apoyo moral deben embrocarse de tal forma que nos sintamos unidos en un
espacio de Igualdad, aventurándonos a la misma suerte – si fuere necesario – en
pos de una sociedad libre de miedos a ataduras retrogradas – sean de la índole
que sean.
Como
autor de este blog, y partan de donde partan estos asesinatos, enarbolo ese
grito cercano de ¡Libertad, Igualdad, Fraternidad!, con toda la simbología que ello conlleva.
Hoy, yo
también soy Charlie.
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