miércoles, 5 de octubre de 2011

Esa loca Academia


Un buen día recibí un correo electrónico (eso que ahora se llama e-mail), de una amiga que decía lo siguiente:

Me trasladan este correo. A ver si los filólogos, que alguno hay, me aclaran esta duda:

Estoy haciendo una pequeña encuesta entre mis amigos/as sobre el reciente cambio que la Real Academia de la Lengua ha hecho en alguna de las reglas de ortografía. Os pido vuestra colaboración. Hasta ahora para diferenciar el adverbio “sólo” (con acento, significando “solamente”) del adjetivo “solo” (sin compañía) se le ponía una tilde. A partir de ahora ya no se la tenemos que poner. Entonces, decidme ¿cómo interpretáis esta frase?:

"He tenido sexo solo dos horas"



Mi contestación fue la siguiente:

Conociéndome como me conoces, no sé como te atreves a plantearme este tema.

Habiéndome tomado “sólo” (o sea una “sola”) una botella de cava en solitario (o séase “solo”), me atrevo a manifestar lo que sigue.

Tocas un tema muy peliagudo para un aprendiz de demasiadas vertientes, ángulos y aristas; así que no poseyendo maestría en nada, me será muy difícil darte una explicación lógica.

¡Aventurémonos y lancemos un órdago! Partamos que siendo el español – en general – tan erre que erre y mal pensado, se crearon unas reglas gramaticales tan estrictas, amplias y complicadas. Nuestro vocabulario no es que sea rico (como muchas veces han dicho), es retorcido. Quizás nuestros actuales y seniles académicos – debido seguramente a la bondad de los años – hayan pensado que España es un país avanzado y practico. Siendo así, ¿por qué no empobrecer nuestro lenguaje igual que el inglés?, ”pa´eso semos europeos”, ¿o no?

Dejan a la bondad del que escribe y del que lee la capacidad y libertad de interpretar lo que les plazca; ¡qué más da!, “¡igual´dá!”. Eso es democracia, que si no vienen los rojillos intelectuales con careta de actores palurdos y te quitan la subvención.
Pero advirtamos que no es lo mismo, como decía Cela, “estar dormido” que “estar durmiendo”, o “estar jodido” que “estar jodiendo”.

A mí, con perdón de quién lea, me importa todo esto un “carajo” (que para eso está en el RAE, por lo menos hasta ahora) y seguiré escribiendo “sólo” y “solo”, “quizá” y “quizás”, “lameculos” y “abraza farolas”, “chaqueterillo del tres al cuarto” y “mequetrefe”.

Lo que me preocupa en extremo es que estos señores no hayan reparado en esta frase en cuestión ("He tenido sexo solo dos horas"). Ellos siempre tendrán una mano amiga para la ocasión; sin embargo, el españolito “mileurista” de a pié “sólo” usa su mano (habitualmente la derecha), cuando usa la contraria suena a pecado. ¿O no? Al ser la siniestra algo más rara de uso, pudiera ser considerada como extraña por su tacto poco acostumbrado al genital en cuestión.

En fin, nuestro lenguaje está tan politizado como manipulado. Si no que le pregunten a los “andaluces y andaluzas” sobre el despilfarro de una Junta de Andalucía mediocre (con la aquiescencia del peor gobierno español desde Fernando VII: el del sr. Rodríguez), al gastarse 18000 € del heraldo público en lanzar un manual “ecofeminista” para el buen periodista”, en plena crisis económica. Seguramente el RAE, para paliar el desatino de una absurda ministra sin curriculum alguno, admita “miembros y miembras”.


En fin, yo seguiré con el lenguaje que aprendí que al menos era coherente.