Hoy vamos a entrar en polémica con esas diferencias indiferenciadas llamadas Lealtad y Fidelidad.
Existen muchas equivocaciones ante estos dos términos, incluso la RAE potencia esta confusión al mezclar sus significados.
Partamos de una base sin
discusión: fidelidad es la cualidad de ser fiel, y lealtad es la cualidad de
ser leal.
Leal tiene sus componentes léxicos en lex, legis. Lex en la Roma imperial hacía referencia además de a lo legal, a esa mezcla sobre la cantidad de oro que contenían las monedas; todos hemos oído la expresión “oro de ley”. En cuanto a las personas indica su valor legal o verdadero, referenciando sus cualidades y valores.
Ahora vamos a crear la polémica.
Cuando hablamos de fidelidad, solemos asociar esta palabra a las
relaciones de parejas, a esa confianza de no mantener relaciones amorosas y/o
sexuales fuera de esa relación.
Personalmente, entiendo la fidelidad como la certeza de encontrar en el
otro el refugio de la seguridad en el más íntimo de los hechos y ocasiones. Esta
expresión la extiendo a la pareja, a las amistades, las empresas, la política,
y a lo público.
Es una evidencia que en cuestión de pareja la infidelidad no se suscribe
al mero hecho de las relaciones sexuales, también entran en liza el juego
amoroso o coqueteo; cuando se parte la seguridad de “puerto seguro” por la
existencia – circunstancial o deseada – de una tercera opción, ya no existe certeza en la relación, y si quedase algún resquicio, queda abierta una puerta a la duda razonable.
En ocasiones se puede ser fiel, pero no leal. La lealtad va más allá de
la fidelidad. Mientras que la fidelidad puede hacer referencia a la confianza y
a lo físico; la lealtad lo hace al apoyo sin condiciones, al respeto por encima
de todo, a la comunicación honesta, a lo emocional e incluso a valores transcendentales.
Cuando amas de verdad no sopesas la posibilidad de otra persona, o mirar
otro jardín – como diría Grant Cardone – pues el tuyo es tu única motivación.
No tienes que luchar con las tentaciones y las dudas, porque simplemente no
existe esa posibilidad.
El resto es puro relativismo y entrar en el juego infantil del a ver qué
pasa.