domingo, 26 de julio de 2020

Soy creyente, pero no creo. (Verídico). 25/07/2020




¿Os ha pasado alguna vez que después de haber hecho una compra, os dais cuenta que algo se os olvidó, y tenéis que volver al supermercado?, pues eso, eso mismo me ha ocurrido hoy.

Esta noche ceno con tres amigos; Tere, Paco y Rocío. Aquella envidiada velada de la orgía de frutas, el vino romano, el garum…, y no sigo, gustó, así que toca degustación de dioses. Esta noche será de esas de velas por el cielo de la domus y tertulia amena.

¡Joder…!, entre las vísperas y las completas me doy cuenta que algo se me ha olvidado. Corro al supermercado. Diez minutos, y salgo. A la izquierda de la puerta del establecimiento, un mendigo sentado en el suelo. Extiende la mano, y con ella un vaso de plástico transparente, para que le de alguna limosna. Lo confieso, le digo que no llevo nada, le doy la espalda, ¡pero…! La reacción es involuntaria,  ipso facto, me vuelvo hacia él. – Perdona acabo de pagar con tarjeta y por inercia he dicho no, pero sé que tengo algo en metálico. No sé cuánto es, pero es tuyo.

No sé qué le di, mientras clavaba la mirada en la profundidad de sus ojos que me sonríen. Bajo su bigote se esboza una sonrisa agradable, no va mal vestido y su vestimenta es limpia y agradable; polo blanco con doble raya transversal azul, y pantalón azul marino. Me quito la mascarilla. Su mirada también se fija en mis ojos – Tienes una palabra secreta, yo la sé – me dice.

Por los cojones la vas a saber – pensé en mi grosera reacción –. Es un nombre jordano al que yo, por capricho añadí una letra, por simple complejo extravagante. Y jamás se la he dicho a nadie.

– ¿Tienes algo para escribir? – me pregunta
– No, no llevo nada encima.
– ¿El ticket de compra? – Me dice, y sin pensarlo se lo doy.

De su mochila saca un lápiz rojo de dieciocho centímetros de largo por dieciséis milímetros de grosor. Escribe una palabra y me devuelve el ticket.

Debió de quedárseme la cara blanca, porque el vigilante de seguridad de la puerta, que observaba el momento, me preguntó – ¿Le ocurre algo, amigo?

Lo miro y le digo un  simple – No.

La palabra era la correcta. Vuelvo a mirar al mendigo, ya no sonríe pero su cara desprende una bondad nunca reconocida – Puedo leerte el alma.

– ¿Quién eres? – le pregunto.
– Eso no importa, Lo importante es ¿quién eres tú? – Lo miro durante un instante y me espeta – Ya vas tarde, te esperan esta noche.

De una forma muy lenta, tan lenta que no puedo describir, le doy la espalda.

– No amanezcas mañana en el mar –, son sus últimas palabras. 

Vuelvo y lo miro. Sorprendentemente, en mi convulsa mente, tenía planificado salir temprano, en la madrugada avanzada del domingo, para bañarme al amanecer en la playa. 
Para los que me conocen…, son esas locuras mías de libertad, de hacer lo que me da la gana.

Al llegar a casa, voy a la librería que está en la habitación que uso como espacio de trabajo, donde conservo, desde hace años, el lápiz de carpintero de mi abuelo paterno – al que no conocí –, es rojo. Busco en el altillo el pie de rey que usé cuando estudié mecánica. Las medidas son exactas. Cierro los ojos. – ¡Leches, qué coño es esto!

Estoy en la certeza que ese lápiz perteneció a mi abuelo. No obstante he llamado a casa, para hablar con mi padre, pero está en la ducha. Mi madre me garantiza que ese lápiz era de su suegro. – Siempre lo tenía en la oreja, y el puro apagado en la boca, como tu padre.

Tengo claro que mañana no me bañaré en la playa. Ganar no es conseguirlo todo. El mar puede esperar.


martes, 21 de julio de 2020

¿Estamos ante la mayor pandemia o ante la mayor manipulación mundial?


¿Que con mi opinión puedo escandalizar, o puede conllevar que me cuestionen y critiquen aún más? Es lo que pretendo, si con ello levanto una chispa de cuestionamiento.


Es evidente que el confinamiento fue, y quizás sea – en el futuro próximo – necesario, por ser la única arma eficaz que hasta ahora tenemos. Y que ese aislamiento ha sido el vehículo fundamental para frenar el desastre de este virus, es incuestionable. Eso no es óbice para deducir que nos ocultan verdades. ¿Qué les está preocupando a los gobiernos, los fallecimientos o los colapsos sanitarios que demuestren su incompetencia? ¿O es una nueva forma de gobernar mundial?

Se nos vende la idea de una vacuna como salvación de masas. ¿Y el antiviral, no sería más eficiente? No recuerdo ya – quizás haga 30 años – cuando fue el boom del SIDA; a día de hoy creo recordar que no hay aún una vacuna, pero sí antivirales que han ido minimizando y normalizando esta enfermedad. Incluso a algunos pacientes les ha desaparecido el virus.

A fecha de hoy se nos dice que oficialmente en España han fallecido por el Covid-19 28.420 personas (que todos sabemos que son más), y a nivel mundial 606.173. Sin duda, son cifras alarmantes. Con estos números podríamos deducir que en España se está actuando, ante este virus, mal o muy mal; si no me creen, cotejen. Con estas cifras podemos inferir que a nivel mundial ha fallecido, por covid-19, el 0,0077% de la población mundial; mientras que en España la cifra asciende al 0,06% de la población española, casi 8 veces más.

Siendo el fallecimiento de un ser querido el mayor desgarro al que se enfrenta un ser humano, ¿por qué es tan importante ese 0,06% y no se le da eco al 0,11% de fallecidos por tabaquismo o el 0,11% por gripe (incluyendo la A/Aviar)? ¿Son menos alarmantes éstas dos últimas?, ¿o es que ya sabemos cómo gestionarlas para el “no colapso sanitario”?



¿Cuál es el papel de la OMS en todo este engranaje?

Desde su creación en 1948, la OMS se ha politizado de forma opaca para el ciudadano de a pie. Así lo asegura Rafael Bengoa, que durante 14 años fue Director de Sistemas de Salud en la OMS (Ginebra): “Conozco la organización lo suficiente como para decir que está excesivamente burocratizada y politizada”. La retirada de fondos de Donald Trump a esta organización no ha sido una sorpresa, aunque la manipulación de los medios de comunicación así lo ha espejado. La guerra comercial entre China y USA es un hecho incontestable que se ha visto aún más enturbiada por la manipulación China en el Covid-19 y sus posibles influencias en la OMS.


Debido a la opacidad que el gigante asiático mostró en la crisis de SARS del 2002, todos incluso la OMS lo acusaron de no contribuir de forma honrada a paralizar ese virus. China fue consciente que sus técnicas comunistas y antidemocráticas usadas en su seno, no eran válidas si quería competir en el libre mercado que le disputaba a USA. Así pues, articuló medidas estratégicas para lavar su imagen, entre ellas la OMS. Del 1.77% de contribución a la OMS del periodo 2004-2005 (frente al 22,27% aportado por USA), ha ido incrementando su aportación a esta organización internacional, de tal forma que el ejercicio 2016-2017 aportó el 5,14% y en el siguiente periodo el 7,92% (mientras que USA ha mantenido el 22% de contribución). Consiguió colocar al frente de la organización, como directora general, a la Dra. M. Chan durante 10 años (2007-2017).

Ahora el actual director general de la OMS es el biólogo Tedros Adhanom (1 julio 2017), al que varias organizaciones le recriminan formar parte del núcleo duro del régimen etíope, cuando fue ministro de Sanidad, y de su opacidad ante la epidemia de cólera en su país. ¿Por qué la OMS evitó declarar el Covid-19 como pandemia hasta 11 de marzo del 2020, cuando ya todo era evidente a la luz de los más profanos? Recordemos que el 2 de marzo Tedros había negado rotundamente la pandemia, a pesar de que varios expertos así lo alertaron. 




Y la pregunta del millón: ¿Por qué Tedros retrasó la alerta?, ¿qué intereses había? ¿Qué relación existe entre el nombramiento de Tedros Adhanom como director general de la OMS, y que China haya comenzado a finales del 2018 su masivo desembarco financiero e inversor en Etiopía?


China es la clave para el sueño africano, comenzó a tejer su telaraña sobre África desde un cuerno llamado Etiopía. Es una estrategia gestada hace tiempo. En el 2011 invertía 16.000.000.000$ en África, en el 2016 fueron 40.000.000.000$. Por su parte USA en los mismos periodos fue constante con sus 57.000.000.000$. Sólo en el área subsahariana, entre el 2005 y 2018, China invirtió 299.660.000.000€ principalmente en transporte y energía.


¿Sólo elucubraciones?, ¿o es algo que Trump sabía de antemano? ¿Cuáles son las verdaderas razones por las que USA ha puesto fin a sus relaciones con la OMS?

Yo entiendo que la generación de esta crisis, pretende no sólo un control económico de la economía mundial, sino un cambio de sheriff. Ese cambio puede conllevar nuevas formas de hacer y nuevas formas de gobierno. ¿Nueva normalidad? ¿Qué saben nuestro dirigentes que nosotros aún no sabemos?



De PolíticaTM

miércoles, 15 de julio de 2020

Bacanal romana de frutas




El verano astronómico o solsticio de verano nos llegó el 20 junio, pero yo lo comienzo con la Virgen del Carmen, el 16 de Julio. Y como el fin de semana más cercano es éste próximo, tendré sin remedio que celebrarlo.

Y como tengo ocasión disfrutaré de la sierra al amparo de las estrellas.

Algunos que me conocéis, sabéis que me enamoré de Emerita Augusta (nuestra Mérida) en un verano, de la mano de Emeritalia, allá por el 2000. 

Desde entonces, sólo he fallado en dos ocasiones a sus cenas romanas y su Teatro Clásico. Lo he vivido enamorado, en soledad, o al amparo de amistades estupendas. Así pues…, este “finde…” toca Bacanal Romana de Frutas.

De forma tosca, pero intentando seguir el dictado de Apicius, fabricaré aquel vinillo, el rosatum o Rasatium (no me acuerdo), y el Garum, tan típico de nuestra romana y andaluza Baelo Claudia.

El vino, compuesto por un tempranillo hervido con mucha pimienta, miel, y canela, se enfría de forma brusca…, y luego se sirve frío, muy frío.

Soy consciente que desbordaré realidades con la Bacanal de Frutas. Es sencilla. Se ahueca media sandía, y se cubre con tacos cuadrados de sandía y melón, manzana, melocotón, uvas y frutas del bosque; eso sí…, ¡y canela!

El Garum…, es un secreto que lo dejo para, enturbiar las mentes. 

El acto comenzará al sonido de tubas, cornus o bocinas.

Y todo esto a luz de lucernas, triclinium y buena compañía, y si no la hubiere dejad corred la mente entre lihres, chitaras, aulos, siringas y alguna endulzada voz que miele el ambiente.

Sequor me!