domingo, 28 de abril de 2013

Dudas políticas



El pasado 14 de abril me despertó el intempestivo sonido del teléfono móvil, al recibí un sms enviado por un amigo – por cierto, ¡qué antiguo queda eso de los mensajes sms con el avance de los tuits y los whatsapps! – que decía: ¡Viva la República!

Confieso que en ese estado de semi-somnolencia, mi primera reacción fue la de cerrar los ojos e intentar entender la pregunta – ¿a cuál de ellas se refería, a la primera o a la segunda? – La respuesta fue tonta y rápida, evidente, a cuál si no iba a referirse sino a la segunda; por aquello de la proclamación de la Segunda República que coincidía en fecha.

El corto texto enviado se tradujo, en un breve lapso de tiempo, en una reflexión preocupante. Yo que siempre me consideré monárquico – por lo bien que hasta ahora se había defendido nuestro rey, en esto de las lides políticas – ahora dudaba, quizás por los deslices tan "inafectivos" que está teniendo últimamente el monarca y el mucho "cacharreo" de su envoltorio satélite; pensé que quizás mas que monárquico había sido “juancarlista”. Y ahí me asaltó la duda o las dudas.

a) ¿En qué razón me puedo basar para apoyar un sistema hereditario que nos corresponde costearlo entre todos?
b) ¿Qué méritos, que puedan medirse en igualdad de oportunidades, acredita el beneficiario o heredero a la Corona?
c) En los tiempos que corren con toda la catarsis social y política, ¿es lógico mantener una monarquía que está descubriendo por sí sola todas sus miserias?, ¿o nos aventuramos con una república después de las dos desastrosas experiencias del pasado?
d) Si optásemos por una república, tendríamos que elegir entre todos a un representante público digno, no para gobernarnos sino para que ejerza como jefe del estado.
e) ¿Y qué es eso de ser un jefe de estado?, ¿es quién nos representa ante el resto de la naciones y abandera nuestra unidad?, ¿y por qué no podemos pensar en un sistema presidencialista en vez de en un sistema parlamentario?
f) ¿Quién ocuparía ese cargo de jefe del estado si no existiese la monarquía?, ¿un político?

Sin ánimo de ofender a la clase política, y por ende a los políticos – que se nos altera la señora Cospedal –, no encontré a ninguno de mi confianza. Quizás los haya, pero yo no lo encontré. Amigos, barajad y haced cábalas entre los políticos que están vivos y en activos; ¿encontráis alguno digno de ser jefe del estado? Con la crisis que estamos viviendo, con los escándalos continuos de la política, ¿en quién confiaríais vosotros para que representara la unidad de la nación y os representara ante el resto de naciones?