jueves, 28 de junio de 2012

Presentación en Sevilla, 4 de Julio 2012





El próximo miércoles 4 de julio, D. José Manuel Merello y Álvarez (Académico de la Academia de Historia y Ciencias Heroicas de Andalucía, Ortiz de Zúñiga) presentará la novela histórica “El Secreto de la Judería” de Manuel Jigato Rubio, editada por Guadalturia.




Como no podía ser otro, dado el ambiente histórico y escénico de la novela, el lugar de presentación será Los Reales Alcázares Sevillanos.


¡Disfruten de la historia, leyendas y amores encontrados por las calles de Sevilla!


 
Lugar: Aula Didáctica del Real Alcázar

(Entrada por Puerta del Patio de Banderas)

Día: Miércoles 4 de Julio de 2012

Hora: 20,30


domingo, 24 de junio de 2012

“El Secreto de la Judería” al descubierto.

Todas las expectativas cumplidas. La editorial Guadalturia y el autor de “El Secreto de la Judería”, Manuel Jigato, han firmado el acuerdo de edición de esta novela histórica, no exenta de realidades, fantasías y leyendas.



Se trata de una novela histórica basada en la Seuilla del siglo XIV; donde se dibuja la dualidad del ser humano, sus pasiones y sus virtudes, lo que tenemos y lo que deseamos, lo real y lo virtual, la juventud y la madurez, quienes somos y hacia dónde vamos (preguntas eternas).


En la obra se conjugan hechos y acontecimientos reales, leyendas y amores encontrados; mezclándolo todo con la esotérica orden de la masonería y su supuesta vinculación con la orden del Temple. Judaísmo y Catolicismo, Cábala y Tarot, búsqueda personal y dualidad, todo eso y más saltan a la palestra en una Corte convulsa como la de don Pedro I (el Cruel), donde el protagonista (Albus) se mezclará con personajes reales de la época y toda la cainita relación entre don Pedro y los Trastámara.


La trama generada a lo largo de la novela es tal, que el propio protagonista llega a dudar de su propia realidad. En una búsqueda constante, y adaptándose a los acontecimientos de la época, pasará por diversas situaciones que le harán conocer la plenitud y el fango amargo de sus errores, el amor y el odio, la paz y la guerra, el Edén y el infierno mismo de su existencia.


El autor que ya trabaja en su segunda novela, alaba la cercanía y compromiso de la Editorial con Sevilla, Andalucía, su historia y costumbres.

 
Se espera en breve el comunicado de la presentación de la obra que sin duda alguna se hará en Sevilla.

http://elsecretodelajuderia.blogspot.com.es/2012/06/el-secreto-de-la-juderia-al-descubierto.html

martes, 5 de junio de 2012

Dejemos de contar mentiras, posiblemente la UE ha fracasado

¿Qué es eso de que España puede ser intervenida?, ¿no decían que no? ¡Ah!, ¿pero es que no lo estamos ya? ¿Alguien duda que la UE no esté marcando, con sus directrices, lo que debe hacer España con su sistema económico, laboral y social? Pues sí que lo hace. Lo hace, pero sin aportar ni un euro como ha hecho con Irlanda, Portugal y Grecia. Y ahora se rumorea por esos mentideros, de cuervos, buitres y lobos, que podemos dejar el euro, ¡y qué si lo dejamos!

Desde el último verano del peor gobernante español desde Fernando VII – y me refiero al ominoso José Luís Rodríguez Zapatero –, a mi entender, la UE ha estado imponiendo su criterio en este país de políticos ridículos y mediocres que tratan al pueblo como a pardillos. Cedimos parte de nuestra soberanía con una modificación de la Constitución sin el plebiscito popular (valga la perogrullada), ¡eso es democracia, sí señor! Alguno, quizás adlátere del poder o de esos que maman y chupetean de la sopa boba – como decía mi abuelo – y que cacarean por espacios radiofónicos, esgrimirá que es una modificación contemplada en nuestra Carta Magna. ¡Estupideces!, seamos sinceros, no me negarán ustedes que la transcendencia y gravedad de la circunstancia recomendaba, por higiene política y social, una consulta popular.


Créanme, hoy por hoy, hacemos no lo que se marca y se decide parlamentariamente en Bruselas, sino lo que “dicta” la Alemania que abandera Angela Merkel. Es un nuevo modo de dictadura, o cuando menos una forma de imperialismo; ya que éste lo desarrollan los países que ejercen un dominio sobre otros por medio de la fuerza militar, económica o política. Este espíritu excesivamente totalitario que siempre ha caracterizado a los dirigentes germanos que plantea instaurar la sumisión de la razón y la voluntad popular, decide cómo debe ser el modelo a seguir por los países por él sometidos (Portugal, Irlanda, Grecia y España, por ahora).

Desde que nos adherimos a la UE, panfleto barato que se nos vendió en su momento, hemos estado cediendo. Nuestros políticos firmaron un tratado y con él entregamos nuestra Alma, un nuevo Utrecht. Con aquella rubrica entregamos nuestras riquezas. España, un país netamente agrícola, ganadero y pesquero, tuvo que poner cotas a sus fuentes de riquezas. Se nos limitó la producción en el campo (olivo, cereales, cáñamo, vino...), la ganadería (carne y leche) y la pesca (los acuerdos pesqueros ya no son tratados por España, de forma soberana, sino por Bruselas). Se desmantelaron industrias a favor de la maquinaria alemana (acuérdense de la minería y los Altos Hornos, y otras tantas industrias). Y encima la grotesca e insuficiente de “la Merkel” nos exige ser productivos. Para más “inri”, cuando encontramos y desarrollamos el filón de las energías renovables, el Gobierno del desgobierno – dirigido, presuntamente, por ya sabemos quien – para toda posibilidad de expansión, ¿a favor de quién?; opinen ustedes.




El talento, la inteligencia, la prosperidad y el futuro del Sur, deben representar un peligro para estos países bárbaros anquilosados en viejas estrategias; de ahí que avalen y aplaudan los recortes en sanidad, cultura, investigación, bienestar y todo lo que suene a progreso. Ellos, los arios y tristes de espíritu, sólo nos quieren para que les sirvamos de servidumbre y descanso para sus vacaciones y retiros. Mientras Alemania avanza, económicamente, los países rescatados y España retrocedemos. Nuestra hipoteca e intereses que tan alto se está fijando, serán la renta y futuro que alimentará a una Alemania envejecida, triste, añeja y ajena a la impronta, el talento y la alegría del Sur.


España fue, y espero que siga siendo después de esta crisis, una nación donde entre sus pueblos primó la solidaridad. La UE ha demostrado ser todo lo contrario; representa un juego de intereses donde en el altar de los sacrificios se plantean los escenarios a dominar, batir, y vencer. Merkel y sus secuaces se juegan, en tabernas a veces, nuestro futuro con falsos brindis.



Piensen por un momento qué pasaría si España diese un golpe encima de la mesa europea y volviese a la peseta, si volviésemos a ser libres para producir según nuestras necesidades, si buscásemos alianzas comerciales y estratégicas con nuestros hermanos sudamericanos, con el Magred, el norte de África, Oriente; si fuésemos capaces de entender que para ser modernos no tenemos que pertenecer a una Europa caduca; si admitiésemos inversiones de Brasil, Rusia o China, como se nos propuso – en su día – y tanto repelús le dio a Alemania.


¡Ya...!, me dirán, ahora, que nuestra moneda se devaluaría y nuestra deuda sería muy grande. ¿Pero y nuestra deuda actual, qué intereses lleva?, ¿cuántas generaciones la van a padecer? Siendo libres, seríamos libres para crear nuestra inflación, pero crearíamos empleo que ya es un bien escaso. No veo, y quiero que alguien me lo explique sin demagogias, por qué con nuestra salida del euro el cambio de éste no estaría a 166,386 Pts. Además dejaríamos de pagar el IVA, ¿y eso no es beneficio? Pero no se preocupen este escenario no se dará. Cuantos más organismos políticos existan, más posibilidades laborales existirán para los políticos que nos merecemos. Piensen por un momento: ayuntamientos, diputaciones, parlamentos (nacional, autonómicos, europeo), senado, comisiones para todo, dietas, coches, visas, despachos, viajes... Todo eso, y más, lo pagamos ustedes y yo con impuestos y subidas, dependiendo de un sueldo mileurista.


Convendrán conmigo que tantos recortes – como promueve Rajoy y como mono de feria aplaude “la Merkel” – crean más paro, el empobrecimiento social y de bienestar cultural, económico, patrimonial y vital de nuestro país. Merkel y Rajoy, obtusos y anclados en las siniestras miserias de una economía perecedera y trasnochada, no tienen ni la ambición ni la visión de lo nuevo y prospero. Son incapaces de ver que para avanzar hay que invertir, que el futuro hay que hacerlo hoy, que no nos podemos parar, que más vale endeudarse en prosperidad que volver al lápiz y papel de los años cincuenta. Que está bien la austeridad ante el derroche de aquel régimen de los “capullos del puño”, pero es inevitable crear para crecer. Merkel no es más que una amortizada y caduca de vida política, al igual que Rajoy quién está sirviendo de mula de carga ante una situación que nadie quiere afrontar.


El mercado común europeo ha fracasado. Fracasa desde el momento que encarece nuestras vidas; desde que entramos en el euro los precios subieron y nuestro poder adquisitivo fue disminuyendo. Fracasa porque nos hemos estado igualando a Europa en todos los parámetros menos en los sueldos; y que ningún memo me diga que en productividad no nos hemos igualado, porque no nos han dejado por miedo. Sí, nos han tenido miedo. Ha fracasado porque es incapaz de proteger la economía de los suyos, con sistemas fiscales y de diseñar una ingeniería de verdaderos cortafuegos a los “mercados”, a eso que se ha dado en llamar economía global o globalización. Esta globalización no es ni más ni menos que el gobierno de los poderosos gobernando a los gobiernos legítimos de los distintos países.


Y ahora me pregunto yo: ¿qué han estado haciendo tantos políticos y tantos asesores, además de vivir del Pueblo?, ¿para qué sirven los políticos?
Un amigo me lo aclaró hace tiempo haciendo referencia a la Constitución de 1812: “El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen” (Art. 13). La política – para mí y más allá del sentido académico de la palabra, buscando incluso un sentido onírico y cargado de un máximo sentimiento – es el bello arte de lo social. ¿No debieran los políticos abrir nuevos lazos entre países para propiciar despliegues comerciales? ¿No debieran los políticos crear leyes justas donde los más débiles sean los más beneficiados?, ¿no debieran crear el clima idóneo para albergar una sociedad más solidaria y fraterna? ¿No debieran los políticos diseñar sistemas donde la igualdad avance con el esfuerzo colectivo? ¿No debieran ser capaces de mostrarnos una sociedad cada vez más libre de toda sinrazón?

Pues bien, en vez de eso, han creado:


a) Una imagen vergonzante y prostituida de la política.

b) Una economía dependiente de los mercados, de una globalización de difícil explicación que ni ellos mismos saben quién la maneja.

c) Un sistema legal donde el pueblo se pierde, y todo recae a favor del “guante blanco”. La banca se enriquece y/o se le infla con un dinero que se nos dice que no existe, mientras que el pueblo crece en paro, desahucios, precariedad y pobreza.

d) Un estado en el que los pueblos no son solidarios entre sí. El sistema autonómico – el café para todos – es un sálvese quién pueda. Y los países hermanos y europeos observan como buitres, sin poner remedio, a ver quién se descalabra antes.

e) Diferencias. Cada vez hay más diferencia entre pobres y ricos. Lo pobres son más pobres y los ricos más ricos. La clase media la están haciendo desaparecer.

f) Pobreza democrática. Cada vez somos más adictos al voto cautivo, a ellos – a los políticos – les interesa.


Que nadie se asuste, porque a mí no me extrañaría, si algún día el Pueblo insumiso dice “no” a la política, y las Fuerzas de Seguridad del Estado y el Ejército mismo lo apoyan, porque ellos también son Pueblo. Espero y anhelo que esto no ocurra, que no se llegue a este extremo. Señores políticos, todos estamos hartos de sus incoherencias y sus ineficacias. O solucionan esto ya, o tarde o temprano el Pueblo hablará.