miércoles, 14 de abril de 2021

El paraíso perdido.

 

Quien sabe, entiende.


La vida fluye en directo, no a través de cristales negros. La vida es sencilla y llena de sentimientos. Llega un instante y todo se convierte en difícil. Es entonces cuando dejamos de apreciar lo sencillo, lo que realmente nos hace feliz.


Beber agua fresca, correr, reír, volar, comer subidos en aquella higuera, o refrescarnos en aquel otro arroyo. Descansar en la hierba fresca, sin ruidos, tú y yo con la suave música que la naturaleza nos regala. – Y esta naranja no es , mayor refresco no ha inventado la humanidad.


Y nos intoxicamos. Llega el estrés, las preocupaciones, llegan los problemas y sus influencias, las comparaciones, los malos hábitos y las prisas. Ya no vemos desde aquella altura de nuestros sueños, se perdió la perspectiva.


Ya no es hora, se perdió la inocencia. Perdimos la fe, la confianza y la alegría. Sin querer un día crecimos. 

Quien sabe entiende.


Llega la noche y tengo frío.

 

Llega la noche, sabéis ¿qué pasa? Que algunas noches vuelvo a ser aquel niño, aquel niño solitario, pareciese asocial a veces, otrora meditabundo que hablaba solo porque no tenía con quién hablar, las cosas de niños. Con una exorbitada fantasía de filigranas envidiables que aún hoy perdura.

 

Una tartamudez venida, provocada – decían algunos –, una timidez excesiva o este niño es un viejo – según otros –; sólo los paseos con mi abuelo o el laboreo en el corral con él, me salvaban de aquel ostracismo. Alguien a quien preguntar, alguien quien respondía más alto que mi entendimiento, alguien quien alimentaba el alma.

 


A veces, me busco dentro, para hablar conmigo, como antes hacía, en la soledad deseada viendo llegar la que no quiero. Ahora, hablo con vosotros.

 

Cloto sigue hilando – déjalo ya –. Laquésis midió en el inicio y sigue calibrando, no le encuentro el sentido. Átropos, con las tijeras en la siniestra – haz tu trabajo de una vez. ¡Oh diosas de la Noche!, sed dulces conmigo.

 

Ya os dejo en paz, buenas noches. Gracias.


sábado, 10 de abril de 2021

A veces veo fascistas. ¿Fascismo o el retrato del político actual?

 



La derecha fascista brota nuevamente en España y hay que frenarla. Este es el mensaje que hoy, la izquierda lanza para atemorizar a la sociedad; y lo hace cuando es consciente de su incapacidad creativa, innovadora o cuando no sabe ofrecer una propuesta de valor que atraiga al voto. El fascismo no es inherente de la derecha. Hay un ejemplo muy didáctico para comprenderlo:

 

Winston Churchill, conservador y liberal combatió a la Alemania nazi y fascista de Adolf Hilter. El NSDAP, el partido de Hitler era el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán.

 


El fascismo fue un sistema de régimen político del siglo XX que nació, habitualmente entre la alta burguesía, en contraposición a una revolución, para hacer la contrarrevolución. Por esta razón misma PODEMOS tilda de fascista a VOX. El partido de Pablo Iglesias, alejado de un sentido demócrata y más atado a una teoría rupturista, comunista y revolucionaria, ve en VOX su antítesis, por eso lo tilda de fascista, por simple miedo. 


La izquierda extrema y radical que representa PODEMOS tiene un problema de concepto y de identidad, quizás debido al etéreo, mesiánico y personalísimo (que rima con generalísimo) planteamiento político de su líder. Llaman fascista a cualquiera y cualquier idea que se posiciones a la derecha de ella y que le presente oposición. Circunscriben el término fascista a la simplicidad política. El fascismo no es sólo un sistema de régimen político, es además una actitud política y psicológica.


El fascismo se identifica con el autoritarismo – actitud autoritaria – es antidemocrático, supremacista y racista o de pureza racial; es posible que llegue a ser de una naturaleza corporativa e incluso exalte el nacionalismo o trasfigure el término nación. Ejemplos de sesgos, componentes o comportamientos del fascismo y/o nazismo que vemos en nuestros días son:


-        La diferenciación insistente que usaba Xabier Arzalluz, para atraer el orgullo vasco como una “raza pura” – con su Rh negativo – proveniente de los cromañones fue tildada, en ocasiones, de racista.

-        La prevalencia y superioridad, como pueblo, que algunos líderes han inculcado en la sociedad catalana, como es el caso de Pujol, Puigdemont o Torra. No en vano, sería el actual Presidente del Ejecutivo – Pedro Sánchez – quien manifestó, aludiendo al presidente catalán (Joaquim Torra): “no es ni más ni menos que el Jean-Marie Le Pen de la política española

-        El cesarismo.  Cuando alguien gobierna con poder total, sin división de poderes. No confundir con la mayoría absoluta democrática dentro de un parlamento. Un gobierno con mayoría absoluta, sometido al resto de poderes del Estado entra en los cánones del juego democrático. Sin embargo, cuando es un poder el que controla, domina o influye sistemáticamente en la voluntad del resto de los poderes del Estado, se convierte en un régimen parecido al que vivimos durante algo más de 36 años en España con Franco. Por eso es tan peligroso que en democracia se pierdan las divisiones de poderes, como está ocurriendo actualmente en la política española, de la mano del gobierno que forman socialistas y los radicales de extrema izquierda.

-        La falta de diálogo político y la aniquilación del contrario, desde el poder, con falsedades creadas y como estrategia de Estado. Eso es fascismo en su máxima potencia.

-        El populismo exacerbado, comprando voluntades desde una programación neurolingüística. Tarea que hoy hacen todos los partidos; incluso algunos se apoyan en las teorías de la propaganda nazi de Goebbels.

-        El control de la prensa, la propaganda de Estado y el nepotismo.

-        Y otros tantos sesgos más que llegarían a dar miedo.

 

 


Conocidos algunos aspectos de fascismo, analicemos de forma sucinta a PODEMOS, sus líderes y actitudes.

1.    Si nos damos cuenta, voces de PODEMOS como Echenique o el propio Pablo Iglesias hablan de patria o patriotismo, dando una definición alejada de la habitual, distorsionando y adaptándola en exclusiva a “su verdad” o intereses. El tema nacional o de integridad territorial lo desvirtúan rompiendo con lo establecido constitucionalmente, abriendo escenarios no constitucionales. Recordemos que la Constitución existe para garantiza la convivencia democrática dentro de las reglas establecidas en la Carta Magna.

2.    El concepto político de PODEMOS no es democrático, es revolucionario y asamblearista, pero no democrático. El líder de PODEMOS no aboga por el concepto “la soberanía reside en el pueblo”, sino en hacer y deshacer a su antojo e idea feliz, usando para ello la propaganda, antes que la educación que lleva al raciocinio, con el fin de someter las voluntades. El gobierno que ha formado junto a PSOE es de los más opacos que han existido en la actual democracia española. Y eso se aleja de la democracia, nos recuerda más a otros regímenes.

3.    Es revolucionario, por su talante comunista. Recordemos que el comunismo no es demócrata, es totalitario. Es más, en septiembre de 2019 la UE condenó, bajo una resolución, los crímenes realizados por los regímenes totalitarios como el nazi y el comunista. El genocidio comunista de la URSS, fue muy superior al realizado por el nacismo.

4.    El líder de PODEMOS, defiende un concepto violento de la política que él denomina “política masculina”, muy alejado de la palabra, el parlamento y la negociación. Incluso ha llegado a coquetear y reconocer motivaciones de ETA (asesinos a sueldo y terroristas), para justificar su lucha que, recordemos, fue a sangre y fuego. Incluso, como tentáculo suyo, ha impuesto a un secretario de Estado – Enrique Santiago – quien ha manifestado públicamente su deseo, si se dan las condiciones, de “ir a por el Jefe del Estado”; otro ejemplo de la violencia de PODEMOS y sus partidos satélites.

5.    Cuando Pablo Iglesias conjuga el verbo negociar no es para hacerlo con aquellos que piensan distinto a él, sino para confabular con aquellos que buscan la ruptura del actual Estado constitucional, caso Eh-Bildu, ERC, y otros. Un deseo reconocido por el propio Iglesias es acabar con el régimen constitucional y democrático del 78, para imponer un sistema propio, el suyo – el válido –, muy cercano a una “democracia autoritaria”, como Venezuela y afines.

6.    Conocido es el desprecio – de Pablo Iglesias Turrión – hacia nuestra Constitución y democracia al atacar, desde el propio Gobierno a las instituciones del Estado. Incluso impone y dicta, a dedo – a modo de jerarquía perpetua como Cuba, Venezuela o Bolivia –, al Presidente del Gobierno quienes deben “heredar” sus funciones (nepotismo).

7.    Durante su permanencia en el Gobierno de España ha utilizado un tono beligerante, de matón de barrio, un tanto chulesco, rozando la golfería; incapacitado para la gestión (como le ocurría a Lenin) y un tanto vago (por lo manifestado por algún ministro del mismo Gobierno) y ajeno a la realidad social. Haciendo prevalecer su ideología propia, a las realidades y necesidades de la sociedad.

8.    El ataque constante de PODEMOS a la prensa, a la que no le gusta al líder de la extrema izquierda radical, y la tendencia a controlar los medios.




Estas imposiciones desde el poder, muy a pesar de lo que muchos digan, tienen sesgos fascistas. El fascismo es una actitud y psicología que cualquiera puede imprimir e imponer en un gobierno – por muy democrático que uno se autodenomine – si no es capaz de respetar al adversario, la separación de poderes, el tono negociador y constructivo de la democracia, la transparencia, honor y la verdad por encima de siglas e intereses partidistas.

 

Parafraseando a Haley Joel Osment, en la película El Sexto Sentido: “A veces veo fascistas”.

 

                                                                                                         De PolíticaTM