martes, 5 de noviembre de 2013

Las Casas de la Judería


Hoy os traigo una parte de la Judería sevillana que será conservada gracias a esta iniciativa arquitectónica privada y de buen uso.

Recorrer la Judería no es sólo adentrarse en el barrio de Santa Cruz. Para respirar parte de su fisonomía, hacedlo también en este enclave, soñad en las entrañas de este Hotel-Palacio “Las Casas de la Judería”. Patios, callejones, fuentes, subterráneos aún secretos, y el agua – un eterno y bello sonido de un síncrono goteo.

Sin el respaldo de las insensibles instituciones públicas, Ignacio de Medina y Fernández de Córdoba (duque de Segorbe) y Luís Fernando Gómez-Stern (arquitecto), se embarcaron en un ambicioso proyecto. Hace pocos días vieron recompensados sus esfuerzos con la consecución del Premio de Arquitectura Clásica y Restauración de Monumentos, Rafael Manzano Martos 2013.


Y ahora es el turno de los sevillanos, es preciso que tomemos consciencia de esta herencia y vocación, y que revivamos nuestra historia y nuestra cultura tal como es, y no como desde las instituciones se quiere mostrar. Cuatro casas señoriales y quince populares se ven unidas y hermanadas por materiales, colores y técnicas de antaño. 
Buscad y perderos por el barrio de San Bartolomé, por calle Verde, Levíes, Archeros, Vidrio, y extenderos hasta San Esteban, por la Sevilla que enamora. Un sabor que no suele recorrerse ni saborearse.  


jueves, 3 de octubre de 2013

La soberanía en la zona de confort



Dice nuestra actual Constitución – y ya lo decía la de 1931 e incluso la de 1812 – que el Pueblo es soberano. Eso significa que posee autoridad suprema e independiente. ¿No es así?, y si no fuese así que alguien me corrija.

¿Y qué significa eso de tener autoridad suprema e independiente, qué es eso de ser soberano? Aclaremos esto de una forma rápida y sencilla para el buen entendimiento de todos, incluso el de los políticos y el de esos otros que se gastan partidas económicas destinadas a otros menesteres en mariscadas, chucherías varias, sobredietas, etc, etc, etc.

Un pueblo soberano, como el español, es aquel que puede otorgar el poder y la confianza a unas estructuras elegidas para el buen devenir, bienestar y prosperidad de la nación; pero por sí solo también puede ejercer su derecho de destituir a un gobierno y a cualquier régimen político establecido. El Pueblo puede decidir dejar de pagar (¡ojo que no digo financiar, sino pagar!) a sindicatos, partidos, entidades o instituciones que se conviertan en un perjuicio grave para la estabilidad. El Pueblo por sí solo puede cambiar la Constitución o crear otra nueva, una adaptada a un nuevo siglo y no tener que soportar algo creado – y por encargo – para las necesidades de hace treinta y cinco años.

España, ante el deterioro económico gestado por una mala gestión política y el permisivo y excesivo enriquecimiento de unos pocos en detrimento de los intereses nacionales, necesita nuevas ideas y nuevas soluciones, soluciones que la clase política, no puede, no sabe o no quiere dar. Por eso es necesaria una nueva generación de políticos, pero no de esos que vienen con la lección aprendida desde los “aparatos” de los añejos y profesionalizados partidos. España necesita un proyecto que genere confianza, riquezas y futuro; necesita políticos tan leales con el bien común que adopten un sistema electoral nuevo y equitativo, y por supuesto “listas abiertas”. Todo lo que no se proyecte en esa línea y mantenga lo actual, es dañino para el Pueblo.
 
Como comenté en aquella opinión “De populista y generales” – el 19 del pasado mes de febrero – los españoles somos los propietarios de nuestra soberanía, de nuestros derechos. Somos soberanos para crear a los gobiernos con el fin de que rijan el devenir de nuestro ordenamiento. Pero cuando estos gobiernos o sistemas son perjudiciales o abusivos y actúan menoscabando el bienestar social, el Pueblo está facultado para quitarlos en cualquier momento, o bien repelerlos con la virulencia necesaria. La soberanía es un bien del Pueblo, y no podemos cedérsela gratuitamente a partidos, a políticos adeptos a estructuras parasitarias, ni a reyes.


viernes, 6 de septiembre de 2013

¡Suerte Madrid!



Desde este Valle del Guadalquivir, desde este rincón de la vieja Hispalis: ¡SUERTE MADRID!

Esta tierra – Andalucía – que siempre sirvió de burla y se quiso ver como la España de la pandereta y el cante, la inculta y sumisa, la que siempre hincada de rodillas y mostrando la servid supo ser la granja explotable; esa Al-Andalus – referente de cultura y tolerancia – no puede mirar atrás, sino adelante, a pesar de los dolores del escarnio.

Dicen las encuestas que el 91% de la población española apoya esta candidatura. Mi corta visión de la realidad no me hace vislumbrar motivo alguno para no apoyar la opción de Madrid 2020. Desconozco los fundamentos de ese 9% restante, porque sólo entiendo que una sociedad apoyando al unísono un objetivo, llega donde nadie llegó.  

Dejemos atrás el discurso de las mentiras y pensemos que a pesar de la crisis que nos azota, tenemos un futuro por hacer, un futuro halagüeño: políticas que corregir, valores que recuperar, posiciones que alcanzar, riesgos que correr, miedos que perder, riquezas que dar a los que están a nuestro lado.

Si fuésemos conscientes de nosotros mismos MADRID 2020 sería poco. Por eso desde aquí desde el Sur, apreciando el esfuerzo, pase lo que pase, ¡Felicidades Madrid!




sábado, 24 de agosto de 2013

Clase de Política






Una vez me enseñaron que la Política era el bello arte de lo social. Pero amigos, esta es nuestra democracia. La que le hemos permitido a unos políticos mediocres.

martes, 20 de agosto de 2013

Ermita




Tú, pequeñita, bonita y serrana que tantos momentos de paz diste a mi vida. Me acogiste, en tus brazos, cuando la mar me hizo zozobrar y cuando el fuego de la ira calcinaba mi alma. En tu seno descansé cuando mis lágrimas se confundían con la mar.



Tanto si me rebelé y al cielo grité por groseras influencias, o cuando al mismo cielo supliqué; siempre estuviste ahí, blanca y encalada, mirando a la sierra y a ese valle de un Víar con el que siempre soñé. Un día, de pequeño, me enseñaron tu camino; y a ti volveré siempre, siempre por caminos torcidos, subiendo cerros y cruzando arroyos, en compañía o en soledad, siempre volveré. 

ESPADAS




Desde pequeño quise tener una espada. Quise jugar con espadas de maderas. Siempre me la negaron por significar violencia. Lo cierto es que soñé con filigranas de colores alzadas al aire en juegos de libertad, donde la mente volaba libre en los sueños más nobles, creando castillos de fino cristal. Me negaron ser pirata o un caballero que libraba mil batallas en busca de su princesa, me negaron el altruismo del héroe que muere por una causa. No llegué, ni siquiera a jugar, a ser el Gran Capitán. 

Con los años sigo soñando. Dicen algunos que soy un soñador porque creo en ir más allá, creo en un Plus Ultra (ojo, fuera de todo significado político). Tenga la edad que tenga me gusta conservar la fantasía de un niño con la templanza de los años, no es incompatible.

Alguien, hace poco, me regaló una antigua daga árabe – sin duda con historias de batallas tenebrosas –. Es sólo un adorno que conservo aunque le tenga un cariño por el gustillo de lo autentico, y también por quien me la regaló. Sin embargo no me dice nada, no tiene significado propio.

En mis recientes vacaciones, disfruté de la clausura monacal, de la naturaleza que me evocó alegrías de antaño y de una estancia en Toledo. Busqué y no encontré, pero un día por las calles toledanas hallé. Empuñé una espada y dije en voz alta – ¡guapa, eres mía! – El dependiente vio sorprendido una venta temprana y fácil. Para mí significó otra cosa.

En mí casa – con ella en la mano – antes de darle su ubicación decorativa definitiva, encuentro el sentido que busqué. Llegaron recuerdos y sensaciones, momentos y sueños, palabras y reflexiones. ¡Reflexiones! Las palabras del cisterciense hermano Abdón – La espada es el símbolo del discernimiento. Con ella podemos separar todo aquello que nos confunde que nos ata, nos esclaviza o sujeta. A veces, liberarnos de aquello que nos sujeta, evoca un cierto combate. Algunas veces, los enemigos peores son los más cercanos, incluso los encontramos a nuestro lado, los que van con nosotros: nuestro ego, nuestra superficialidad.


Ahora, habiendo tomado consciencia, y de forma casi ritual, digo – ¡Espada, este es tu lugar! –. Como decimos aquí en Sevilla, de forma cofrade, una vez instalada en la pared, “¡ahí queó!”. Y le di nombre de reina mora de Seüilla; tomando el de ITIMAD. Sirva desde ahora para recordarme esa necesidad de discernimiento. 

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lunes, 13 de mayo de 2013

Firma de ejemplares en la Feria del Libro de Sevilla 2013 (después de...)







Tras la firma de ejemplares, el pasado 5 de mayo, en la Feria del Libro de Sevilla (2013); los amigos que pudieron quedar en pie y yo – porque me consta que mientras un servidor firmaba ejemplares, algunos estaban de cervecitas -, nos fuimos de tapeo(1) (del bueno), cervecitas, pastelitos y café.

Mi agradecimiento a todos ellos, a los que acudieron a la firma y a los que no pudieron. ¡Un abrazo!

Manuel Jigato


     (1) Para los profanos del arte sevillano del tapeo, advierto que éste es, ni más ni menos, que la acción o el efecto de tapear. Tapear es la acción de tomar o comer tapas en bares y tabernas, colmaos y bodeguitas. Según el RAE, la “tapa” es una pequeña porción de algún alimento que se sirve como acompañamiento de una bebida. Y la tapa en Sevilla es una exquisita costumbre de sociabilización que sabe mejor si en la conversación acompaña la gracia y espontaneidad de la Mujer Sevillana (perdonen uds., las mayúsculas, pero en Sevilla al hablar de Mujeres lo hacemos con mayúsculas).
 
Me salgo de la nota y vuelvo al texto normal. ¿Se han dado ustedes, cuenta que la Mujer Sevillana es guapa por naturaleza? Se vista con lo qué se vista, tenga el humor que tenga, haga sol o diluvie, ella siempre manda en la “fiesta”; ¿y quién se atreve a decir que no?
   

martes, 7 de mayo de 2013

"La literatura de cada autor es la historia que vivió"



Hoy os traigo un enlace de PRENSALIBRE.com

Uno, aunque novel, ya comienza a considerarse escritor. Y no puedo dejar de identificarme cuando, a veces, leo a otro escritor. Al detenerme en el artículo sobre Carla Guelfenbein, me he sentido tremendamente cercano a ella, cuando afirma:

"Mi literatura habla de sentimientos, de intimidad, del mundo interior, y si eso es ser femenino, perfecto, porque eso es lo que busco cuando escribo"

Aunque en El Secreto de la Judería hable de historia y leyendas, de masones y templarios, de judaísmo y catolicismo, de cabala y tarot; aunque mezcle amores encontrados y la existencia de una búsqueda personal... ¿qué creéis que hago? Simplemente hablar de todo lo interno y lo vivido.

Parece ser común entre los escritores la existencia de una necesidad vital de alejarse del ruido de la vida para poder escribir.

A ella – a Carla Guelfenbein – al igual que a mí, le hace falta ese espacio de tranquilidad. Su espacio

"Para mí, la tranquilidad es fundamental. Si no la tengo, no puedo entrar en comunión con mis personajes. Una simple tormenta no me deja escribir"

Sin embargo, a este neófito el sonido de la lluvia lo transporta a la mayor tormenta de ideas. Pero es cierto necesito la tranquilidad de mi rincón, ese que yo llamo “el Rincón de los Callejones”.

Y es cierto, amigos, hay que cocinar la literatura, para luego bebérsela.

No puedo por más que coincidir en que “la literatura de cada autor es la historia que vivió”.



domingo, 28 de abril de 2013

Dudas políticas



El pasado 14 de abril me despertó el intempestivo sonido del teléfono móvil, al recibí un sms enviado por un amigo – por cierto, ¡qué antiguo queda eso de los mensajes sms con el avance de los tuits y los whatsapps! – que decía: ¡Viva la República!

Confieso que en ese estado de semi-somnolencia, mi primera reacción fue la de cerrar los ojos e intentar entender la pregunta – ¿a cuál de ellas se refería, a la primera o a la segunda? – La respuesta fue tonta y rápida, evidente, a cuál si no iba a referirse sino a la segunda; por aquello de la proclamación de la Segunda República que coincidía en fecha.

El corto texto enviado se tradujo, en un breve lapso de tiempo, en una reflexión preocupante. Yo que siempre me consideré monárquico – por lo bien que hasta ahora se había defendido nuestro rey, en esto de las lides políticas – ahora dudaba, quizás por los deslices tan "inafectivos" que está teniendo últimamente el monarca y el mucho "cacharreo" de su envoltorio satélite; pensé que quizás mas que monárquico había sido “juancarlista”. Y ahí me asaltó la duda o las dudas.

a) ¿En qué razón me puedo basar para apoyar un sistema hereditario que nos corresponde costearlo entre todos?
b) ¿Qué méritos, que puedan medirse en igualdad de oportunidades, acredita el beneficiario o heredero a la Corona?
c) En los tiempos que corren con toda la catarsis social y política, ¿es lógico mantener una monarquía que está descubriendo por sí sola todas sus miserias?, ¿o nos aventuramos con una república después de las dos desastrosas experiencias del pasado?
d) Si optásemos por una república, tendríamos que elegir entre todos a un representante público digno, no para gobernarnos sino para que ejerza como jefe del estado.
e) ¿Y qué es eso de ser un jefe de estado?, ¿es quién nos representa ante el resto de la naciones y abandera nuestra unidad?, ¿y por qué no podemos pensar en un sistema presidencialista en vez de en un sistema parlamentario?
f) ¿Quién ocuparía ese cargo de jefe del estado si no existiese la monarquía?, ¿un político?

Sin ánimo de ofender a la clase política, y por ende a los políticos – que se nos altera la señora Cospedal –, no encontré a ninguno de mi confianza. Quizás los haya, pero yo no lo encontré. Amigos, barajad y haced cábalas entre los políticos que están vivos y en activos; ¿encontráis alguno digno de ser jefe del estado? Con la crisis que estamos viviendo, con los escándalos continuos de la política, ¿en quién confiaríais vosotros para que representara la unidad de la nación y os representara ante el resto de naciones?

sábado, 9 de marzo de 2013

EL SECRETO DE LA JUDERIA: Por favor, leed

EL SECRETO DE LA JUDERIA: Por favor, leed: Alguien me dijo – hace mucho tiempo – que para saber conquistar y expresar los afectos a la persona amada, con algo más que un “te amo”, ...

jueves, 28 de febrero de 2013

Las tertulias del Alcázar (2ª Tertulia)


Las tertulias del Alcázar” fueron, en su día, un punto de unión entre el debate y los desayunos de los sábados en un escenario mítico hecho para reyes: el Alcázar de Sevilla. Allí se mezclaron opiniones con el deleite de un café, la prensa, la actualidad y la cultura.

Esta vez nos veremos el sábado 2 de marzo a las 17:00h., en el Café de la Prensa (C/ Betis, 8). Por favor, los que lleguéis antes, id cogiendo sitio.

Temática: Andalucía, el sentido andaluz. Autonomía, logros, libertades y futuro.

Evidentemente acompañaremos el evento con café, copa o lo que el personal – de forma individual – prefiera.

¡Os espero!


NOTA: por favor, avisad de vuestra presencia. (e-mail: mjigato@gmail.com)

Cayo y la arena



Algunas veces, las amistades, los conocidos y los que me critican, han manifestado su acuerdo, desacuerdo o medias tintas respecto a mis opiniones. Comparten parte, nada o todo. Pero las opiniones son eso, un juicio que se emite sobre algún concepto, sin que ello signifique una coincidencia genérica. Es más, diría que esa opinión es total y absolutamente modificable según el argumento del que debata.

Confieso que el Rincón de los Callejones se inició con la virginal idea de dejar volar la imaginación y abstraerse en esos rincones de esta Sevilla nuestra. Sin embargo, el mal hacer de nuestros políticos me llevó a desviarme del sentido originario y quedarme en los callejones, en lo que yo llamo “mi Cueva de las Ideas”, donde a veces me enfrento a mí mismo. Quizás mi parte crítica, mi sangre caliente y llena de excesos me condujeron a opinar sobre el argumento más mísero de este país: la política. Sin embargo advierto que la semana ha deparado sorpresas agradables en esto de la política. Y tiene que ver con alguien con quien no suelo compartir grandes ideas, Cayo Lara.
El coordinador general de IU ha pedido a la Audiencia Nacional que se investiguen delitos de pagos irregulares, cohecho, blanqueo, apropiación ilícita de fondos electorales, y alguna que otra cosilla más. Para ello ha presentado una querella contra Rodrigo Rato, Acebes, Álvaro Lapuerta, Bárcenas, Trillo y directivos de constructoras que donaron “manteca” al PP, según su versión. Sea cierto o no, si Cayo Lara tiene indicios o pruebas de esto, hace bien en ponerlo en manos de la Justicia y no ensuciar la arena política que bastante removida está.

Soñemos en andaluz



Soñemos en andaluz, ¿es posible? Después de treinta y cinco años – contando desde el periodo preautonómico –, sólo cabe la reflexión:

¿Cuál es el sentido andaluz?, ¿qué logros y libertades hemos conseguido con la autonomía?, ¿hacia dónde se encamina el futuro andaluz?

Es cierto que se ha conseguido un gobierno más cercano, menos centralizado, pero tan burocrático y alejado del pueblo como lo pueda ser el de un ejecutivo central. Los políticos si no se han constituido – por ellos mismos – en una casta profesionalizada, sí se han situado en un extracto social distinto y alejado de los votantes.

Andalucía, con sus riquezas – distintas y afortunadas – y oportunidades, sigue marcando los índices proporcionales más desfavorecidos de Europa y España. Seguimos estando a la cola, seguimos manteniendo el sello de la pandereta, seguimos siendo “la granja explotable” que denunciaba Blas Infante.

Recuerdo haber leído “El discurso de la mentira” con trece años. Aquella obra de Joaquín Romero Murube me hizo soñar en una Andalucía próspera, moderna y orgullosa de su historia. Pero no nos bastará con su historia – pensé en aquel momento –, habría que estructurar estrategias alejadas de partidismos y de “embucha sacos” de rentabilidades políticas.

Hoy día de Andalucía, en la tranquilidad de mi “Cueva de las Ideas” (emulando a La Caverna de las Ideas) en “los callejones”, me viene a la memoria una conversación que mantuve con mi abuelo, cuando contaba 13 años.


– Y esto del sentimiento andaluz y de la patria andaluza, ¿qué es abuelo?

– ¡Y yo que sé! En mi vida he oído hablar de esto.

– ¿Y el himno andaluz...?, ¿lo has oído antes?

Me miró como se mira la ingenuidad de un crío y con la certeza de no saber qué contestarme. – Lo único que puedo decirte es que con él no se va a ninguna parte.

– Pero abuelo, habla de paz, de esperanza, de libertades, de luces...

– Ya –. Y con una pregunta reflexionó –. ¿Habla ese himno de trabajo y esfuerzo? Sin eso no se consigue nada grande. Sin objetivos, trabajo y sacrificios no se consiguen metas. ¿Y, por cierto, desde cuándo se pide tierra y libertad?, eso no se pide, se toma porque nos pertenece. Porque le pertenece al pueblo.

– Entonces, abuelo..., el himno, la bandera...

– No sé en qué siglo se enarboló esa bandera, para que digan que vuelve tras siglos de guerra. Seguramente nos iremos enterando conforme avance esto que quieren llamar autonomía, irán desterrando libros e historias...

Hoy por hoy, el panorama andaluz es muy distinto al que soñé. Quizás estemos envueltos en un juego de espejos caprichosos, donde nada es lo que parece; cabe la posibilidad que el juego pueda ser arriesgado. Espero estar equivocado, pero posiblemente nos hayamos acostumbrado a las subvenciones que nos han atado a lo cómodo. Hemos permitido, durante años, que nuestras empresas vayan desapareciendo de nuestro territorio. Hemos dejado que nuestros campos – ricos en todo – dejen de producir en agricultura y en ganadería, y junto con nuestro litoral se vean subyugados a las imposiciones de un gobierno extranjero.

Madrid – arrodillada ante Bruselas – dicta, prácticamente, los límites andaluces. ¿Dónde está nuestra autonomía?



miércoles, 20 de febrero de 2013

Un barrio en pié de guerra



El 13 de enero del 2010 ya publiqué unas breves reseñas sobre Los gorrillas de Sevilla(1), una lacra que sacudía, sacude y seguirá sacudiendo a esta ciudad por la pasividad, cobardía e incoherencia de sus gobernantes. Y si nos centramos en nuestra urbe hispalense la incoherencia y pasividad política crece quizás debido a la buena vida que les damos los sevillanos a esta casta social injertada en lo social y en lo público.

Vuelvo a referir este asunto, el de los gorrillas, porque unido al de los “indigentes incívicos” – porque no todos lo son – azotan de tal forma al popular barrio de La Macarena que la vida se está convirtiendo en insostenible; sí, me refiero a ese barrio que se adhiere a su Basílica, al Parlamento (antiguo Hospital de las Cinco Llagas) y al antaño arrabal moro, constituido hoy por la zona llamada “Los Callejones”. Por sus calles se puede observar gorrillas que de forma coactiva mendigan atemorizando a los vecinos, indigentes que se emborrachan e insultan a los que allí viven, calles y callejones llenos de olores por las defecaciones y orines, restos de “botellonas”, mendigos durmiendo y tirados por las calles al amparo de portales y zonas cubiertas, y un etcétera de circunstancias no aptas para una ciudad moderna, monumental y turística.

La situación es tan alarmante que los vecinos, apoyados por la plataforma vecinal “Basta ya de asentamientos y de gorrillas”(2), se han unido y están en pié de guerra. Los días 5, 12 y 19 de febrero han celebrado reuniones informativas y organizativas para adoptar las medidas a tomar. Ayer martes 19 se concentraron en la calle, tomaron lo que es suyo ante la inacción del Consistorio. Vecinos hartos de promesas incumplidas, por la anterior corporación socialista y por la actual popular, decidieron pasear por las calles de su barrio e informar a vecinos, transeúntes y comercios de las medidas a tomar. Ayer sólo pasearon, pero las movilizaciones, protestas y acciones contundentes no se harán de esperar, a tenor del ambiente de crispación que se respira.

Suena a burla social – dando a entender que los ciudadanos son tontos – la respuesta de estos “aventureros de la política” cuando piden tiempo para solventar algo que conocen desde hace años.

Ya en el 2008, concretamente el 28 de junio, se aprobó la Ordenanza Municipal para el Fomento y Garantía de la Convivencia Ciudadana en los Espacios Públicos de Sevilla(3). En el art. 5 se establece la competencia del Ayuntamiento en esta materia. ¿Por qué no se erradica entonces el acoso de “los gorrillas”, así como la degradación social y sanitaria de la zona?, ¿es justa la presión y sufrimiento que está soportando este barrio?, ¿faltan policías locales o faltan medios?, ¿o quizás esta ordenanza no es válida? Fuere lo fuere queda demostrada la incapacidad de los dirigentes del Consistorio sevillano para resolver este tema, dedicándose otros asuntos donde cubrir una portada o un titular y así fomentar su marketing político.

La mencionada ordenanza, en su art. 33.1 prohíbe explícitamente la mendicidad coactiva, esa que ejercen “los gorrillas”. En el art. 23c se prohíbe satisfacer las necesidades fisiológicas en la vía pública, y sin embargo los mendigos, indigentes y gorrillas hacen de estos espacios su punto satisfacción. El art. 26.1 hace referencia a las actividades que ensucian las vías y espacios públicos, mientras los trapos, cartones (utilizados para dormir), “graffitis” y botellas llenan las calles del barrio.

Y la pregunta salta como un estallido, si el Ayuntamiento de Sevilla es competente para sancionar y atajar estas acciones, las conoce – porque los vecinos llevan denunciando estos casos hace años – y tiene los medios (jurídicos, materiales y humanos), por qué no solventa los problemas de los contribuyentes (aquellos que los han elegido y les pagan). Si son incapaces que lo declaren y que vengan otros a solucionarlo, de lo contrario el conflicto entre damnificados e indigentes y gorrillas está servido porque los vecinos se han levantado al grito de:

            ¡O salvamos nuestro barrio o lo perdemos!

 
(2) http://bastayadeasentamientos.blogspot.com





martes, 19 de febrero de 2013

De populistas y generales





Después de los recortes, las bajadas de salarios y derechos, las masivas pérdidas de empleos, los desahucios e insultos a la inteligencia popular, toca meterles miedo a los ciudadanos. Para ello, la señora Cospedal – que por lo que gana no debe de tener problemas económicos – se despacha y advierte a la ciudadanía que está de moda atacar a los políticos, y recomienda no echar más gasolina. Y espeta textualmente: “cuando la política desaparece, ganan fuerza el populismo y lo generales”.

Mire por donde convengo con usted, señora Cospedal, que está de moda atacar a los políticos. Pero la verdad es que la clase política ¡lo pone tan fácil!, tanto de un partido como de otro, o de cualquier otro partidillo de calado bajo. Y para que nos entendamos le pondré algunos ejemplos del “mundillo democrático nacional”, seguro que le sonarán algunos:

EREs, Nóos, Campeón, Bárcenas, Alcorcón, Millet, Gürtel, Gescartera, Pretoria, Malaya ,Pallerols, PSV, Naseiro, Petromocho, Tramas urb. PSOE, Forcem, Del Lino, Casinos, Filesa, Roldán, Expo 92, Zamora, Jaume Matas, Palomino, Fondos reservados, Flick, Juan Guerra, Matsa, Godó, Villalonga, Tabacalera, Cesid, BFP.


Y, para más detalle, la cuantía que se baraja en la gestión de estos escándalos no se estima inferior a los tres mil quinientos cincuenta millones de euros. Como sabrá usted, señora Cospedal, en estos casos hubo implicación – o como quiera llamarlo, presunta implicación – tanto de miembros del PSOE, PP, CiU, UGT, del desaparecido GIL, amigos, primos, hermanos y demás parentelas. Por supuesto que hay más, pero resulta todo tan grosero que para qué seguir. ¿Sabe usted?, da igual que haya implicados o presuntos implicados; lo alarmante es que en política ocurre como con la mujer del César que además de ser honrados hay que aparentarlo.

Cuando se juega desde la oposición a ser martillo pilón del gobierno – por el mero hecho hacerse notar, sin más –, o cuando desde el gobierno se ejerce el rodillo – por el placer de hacerlo –; en estos casos se hace política con minúsculas. También se hace política con minúsculas cuando se consiente, se ampara o se hace la vista gorda con los casos de corrupción. Bajo esta perspectiva, tengo la impresión que tanto PP como PSOE y otros minoritarios han hecho política de vuelo rasante (la que desvirtúa a la política misma).

Por contra, se hace política con mayúscula cuando a la menor duda sobre la honorabilidad política, sobre la transparencia en la gestiones, el político en cuestión dimite, no escandaliza la vida pública y facilita la acción de la Justicia. Se hace política con mayúscula cuando el político tiene como objetivo y fin la felicidad de los ciudadanos, y no es prioritario el beneficio y rédito partidista.

Ya no es época de más despotismos ilustrados – aquel cuento de antaño: todo para el Pueblo, pero sin el Pueblo – ni de inculcar miedos (como hacía aquel personaje chirigotesco y parlanchín del PSOE, ¿cómo se llamaba, Alfonso...?). Señora Cospedal, es época de estar cerca de los votantes, cerca del ciudadano, oyendo y escuchando sus necesidades y generando soluciones, esa sí que es tarea del político.

El mal político, el que destruye la política, es aquel que con buenas palabras y medias verdades adula al que confía y silencia al que protesta. El político nefasto es el que miente, y mentir es no decir toda la verdad.

El fin de todo gobierno, señora Cospedal, debe ser el bienestar de la nación. Hoy por hoy, eso no se da. Porque bienestar es todo lo necesario que nos hace falta para vivir bien (por ejemplo una casa digna, un trabajo, una promoción profesional, futuro...), son conceptos tratados en nuestra Constitución. Y después de algo más de treinta y cuatro años de democracia, ustedes – los políticos – nos han llevado a un punto donde los desahucios tumban a familias enteras, la tasa de desempleo es tan humillante que jamás se ha conocido, han creado diferencias entre los jóvenes que estudian o intentan estudiar y una mayor separación entre el que tiene y el que no. Están acabando con la clase media. La desesperación, la desesperanza y la humillación llegan ya a tantas familias que es raro encontrar una sin desempleados y/o desahucios a la vista. El futuro a diez años está condenado por la tendencia negativa en investigación. Señora Cospedal, investigación es garantía de desarrollo y el motor que mueve a una sociedad próspera.

La Sociedad – como Pueblo –, soberana de sus derechos crea a los gobiernos para que rijan el devenir de su ordenamiento. Pero cuando estos gobiernos o sistemas son perjudiciales o abusivos y actúan menoscabando el bienestar, el Pueblo está facultado para quitarlos en cualquier momento, o bien repelerlos con la virulencia necesaria.

Estamos en el punto de oír nuevos versos que endulcen los momentos, es época de cambiar de rumbo. Si ustedes los políticos tradicionales, señora Cospedal, no lo consiguen, y continúan agrediendo a la Sociedad, sometiéndola de forma destructora como granjas explotables; el Pueblo evidentemente hablará, y en ese momento habrá acabado con monarquías, sistemas y castas políticas.

viernes, 8 de febrero de 2013

¿El poder es una empresa?



Hoy leo sorprendido una noticia en ABC Digital de Sevilla: “Las cuentas del PP arrojan un beneficio acumulado entre 2008 y 2011 de 28,43 millones”. Y el 85% de todo este montante proviene de la aportación de todos y cada uno de los los ciudadanos. ¡Y esto sólo son las cuentas del PP!

Todos los españolitos de a pié estamos soportando la crisis, las pérdidas de empleo, el continuo y sangrante cierre de empresas, los desahucios, y todo tipo de injusticias que muchos no conocíamos. No comprendo todo esto mientras ellos se enriquecen.

¿Qué sorpresas nos llevaríamos si analizásemos las cuentas del PSOE, IU, CiU, y de todos esos partidillos que viven a costa de los españoles, así como de las prebendas a la UGT, CCOO y otros…? Que nadie se extrañe porque éstos sí son españoles de primera, viven del contribuyente a cuerpo de rey.


Me da la sensación que nos están robando, o como mínimo nos están tomando el pelo, ¿no?
Sinceramente, creo que entre ellos se entienden.