miércoles, 14 de abril de 2021

El paraíso perdido.

 

Quien sabe, entiende.


La vida fluye en directo, no a través de cristales negros. La vida es sencilla y llena de sentimientos. Llega un instante y todo se convierte en difícil. Es entonces cuando dejamos de apreciar lo sencillo, lo que realmente nos hace feliz.


Beber agua fresca, correr, reír, volar, comer subidos en aquella higuera, o refrescarnos en aquel otro arroyo. Descansar en la hierba fresca, sin ruidos, tú y yo con la suave música que la naturaleza nos regala. – Y esta naranja no es , mayor refresco no ha inventado la humanidad.


Y nos intoxicamos. Llega el estrés, las preocupaciones, llegan los problemas y sus influencias, las comparaciones, los malos hábitos y las prisas. Ya no vemos desde aquella altura de nuestros sueños, se perdió la perspectiva.


Ya no es hora, se perdió la inocencia. Perdimos la fe, la confianza y la alegría. Sin querer un día crecimos. 

Quien sabe entiende.


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