lunes, 2 de mayo de 2022

¡Honra al glorioso 2 de mayo!


La libertad se pierde cuando se agacha la cabeza y se admite cualquier conculcación de las libertades y derechos.

 

“¡Guerra al invasor! ¡Muerte al traidor!”, fue el grito que corrió por toda España.


"Un país necesita conocer su historia, su desprecio, ocultamiento o desconocimiento nos lleva a cometer los mismos errores" (M. Jigato).



Una guerra no buscada, provocada – como siempre – por gobernantes. En este caso por las disputas entre Fernando VII (*) y su padre Carlos IV, aliñado todo por la mano negra de Godoy.

 
Los enemigos no sólo asechaban desde fuera de España, también lo hicieron desde dentro. Hoy 2 de mayo conmemoramos el alzamiento de un pueblo al rescate de la Nación. Una lección de lucha por la libertad y la soberanía de la Patria que los españoles de hoy debemos saber recoger.

 


Los peligros y los enemigos de hoy pueden que sean distintos, aunque como ayer asechan. Las corruptelas, las mentiras de los gobernantes, la opresión fiscal maquillada de “buenísmo” y bienestar, los nacionalismos rupturistas, los partidos afines a la violencia y los que buscan destruir los valores constitucionales se dibujan como los actuales enemigos de la Patria o los nuevos “afrancesados”. 

 

La localidad madrileña de Móstoles no firmó la paz con Francia en diciembre de 1813, en Valençay; las hostilidades duraron 177 años. La paz total se firmó el 2 de mayo de 1985, en Móstoles y actuaron en ella Bartolomé González (Alcalde de la localidad madrileña) y Pierre Guidoni (embajador francés).

 

 “¡Españoles, perdonad, pero no olvidad!  Al grito de ¡A mí, por España!”; el pueblo respondió al unísono:

 

¡POR ESPAÑA!

 

España nunca se rindió.

 

(*) El peor gobernante español hasta que llegó Zapatero, a éste lo superó Pedro Sánchez


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