miércoles, 12 de enero de 2022

De seres libres a siervos de la gleba.

 


Estamos viviendo estadios donde la alineación humana se está normalizando. Se normaliza la superpoblación porque estos espacios son más manejables, los dirigentes políticos se han convertido en élites privilegiadas que con mayor frecuencia se muestran como gobiernos autoritarios, y cada vez más tiranos.



La pantalla es el gran aliado de los aparatos del partido, se normaliza la muerte asistida y el relativismo frente a los conceptos. 

Una izquierda “progre” pretende analfabetizar a la plebe, que cambiemos los alimentos tradicionales por sintéticos, que aceptemos la fe de sus ideologías, que tengamos una misma perspectiva y un mismo pensar.


Aquellos que denostaban la religión como el opio del pueblo, han integrado una nueva droga sintética con dogmas en forma de cambio climático, feminismo, igualdad, lenguaje inclusivo y otras formas de romper estructuras; aniquilando las relaciones entre significado significante, con el fin de destruir cualquier razonamiento válido distinto al establecido.

No hace falta ser un gran estratega geopolítico, sólo es necesario tomar distancia y observar. Es una mera adaptación de un sistema filosófico, político y económico caduco, perteneciente al sXIX, el cual pretenden imponer en pleno sXXI.

Es el momento de dejar de ser prudentes y correr contra la corriente que nos empuja, frenar la marea que nos quiere utilizar, y destruir las barreras de cualquier indiferencia. Como hombres libres, tenemos el derecho y el deber de destituir o derrocar cualquier forma de gobierno que atente contra la Vida, la Libertad individual del ser humano y su Felicidad.


  De PolíticaTM





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