A algunos y algunas, según la incoherencia lingüística
progre de moda – que no me da la gana usar –, se les llena la boca con la
palabra “democracia”, cuando no saben usarla, defenderla, exigirla o – peor aún
– definirla. De nada valió aquella lucha de muchos en aras de libertades, y
sangre derramada, por más que ahora proclamen su memoria histórica a boca llena.
Falsedades, mentiras y borrado de conciencia como Pilato, o bien odios ya
injustificados.
Con esto del COVID19 me he dado cuenta que a nivel mundial, por encima de constituciones, leyes y derechos la democracia es una mierda. Sí, esa es la expresión, una mierda. Porque la hemos prostituido, y seguimos revolcándonos en el lodo de nuestras miserias. El pueblo – me da igual el país que sea – que tanto pregona valores como libertad, democracia(1), derechos fundamentales…, con el simple atisbo de peligro o incertidumbre cede todos sus fueros por un trozo de sensación de protección, o por una mísera limosna (reconozco que es la única opción que muchas personas ven para sobrevivir). Existen otros valores y cualidades en nosotros, aunque a veces no nos interesa ver más allá. ¿Dónde queda aquel Plus Ultra?
Pocos han sido los que han visto y alzado la
voz por la vulneración de sus derechos – aleccionados de forma subconsciente por la
carente mayoría de edad política y/o la escasa responsabilidad –. En España han vulnerado nuestros
derechos constitucionales(2), nuestros derechos fundamentales (art. 19 de nuestra
Constitución, entre otros) y borreguilmente hemos seguido el dictado (yo digo,
tú escribes; yo mando, tú obedeces).
He visto como gobernantes democráticos nos
han mentido o no nos han dicho toda la verdad que merecemos – ya que el poder
que es nuestro, lo habíamos confiado en ellos –; y otros pusilánimes, por miedo, han seguido el juego "parlamentario". Toda una estafa democrática. Se comienza por las mentiras,
se sigue con los excesos, las posturas autocráticas y llegamos a los gobiernos
tiránicos.
De ahí a que llegue alguien que se erija como
defensor de los derechos de la plebe, sólo hay un paso; y ya tenemos al
salvador de la patria, al dictador que esperábamos(3).
Paradójicamente, el lema de mi país – que muchos
desconocen – es Plus Ultra, y yo lo adopté como mío a los diecisiete años en un
beso. Con él aprendí a romper todo Non Plus Ultra y que Hércules no era un
dios. Aprendí a ser dinámico en mis ideas sin anquilosarme en los típicos o en
los tópicos, en simples palabras como democracia y en los parabienes de ésta, en lo
socialmente correcto o en lo que muchos esperaban de mí y yo debiera cumplir
para satisfacerlos. Mas pensé que horadar las condiciones impuestas era un
trabajo para mis propios fueros y libertades.
Esta noche he llorado, no de impotencia, sino
de vergüenza ajena.
De PolíticaTM
(1) https://mjigato.blogspot.com/2020/04/republica-republica-republica.html (Diferencia entre democracia y república)
(2) https://mjigato.blogspot.com/2020/04/es-legal-el-confinamiento-por-el-covid19.html (Aspectos inconstitucionales del RD 463/2020)
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